El
horizonte es la línea que aparentemente separa al cielo de la tierra,
objetivamente es una recta ideal que no existe pero es el eje de todo de
alguna manera. Cuando un horizonte es registrado, generalmente y casi de forma
natural se busca su completa horizontalidad, una inclinación en él resulta casi
incómoda para la mayoría, se sabe incorrecta de una forma inconsciente. Un
horizonte “chueco” se descompone a sí mismo y cuando es eje de algo más altera
al resto.
“Corrección de un
horizonte inclinado con pendiente negativa” refiere al gusto por la recta constante,
la que es idealmente horizontal. Cerebralmente las inclinaciones más
perceptibles son las pendientes negativas a la izquierda, en estas pendientes la
recta ya no es constante, esta se vuelve decreciente. La inclinación de este
elemento ideal resulta en una serie de estímulos para funcionar “mal”, para
notar algo incorrecto. En la necesidad de corrección viene el alivio.
Al
corregir milímetro por milímetro la inclinación de lo que es un segmento del horizonte en papel, se le devuelve gradual pero firmemente esa cualidad de
correcto, tiene lugar la reconvención del defecto. El segmento de recta, el
horizonte que en sí mismo es ideal y no existe, se altera, se reconoce, se
corrige, existe.
Corrección de un horizonte
inclinado con pendiente negativa
Papel vegetal milimétrico y cartulina Novart
2014
Políptico: 8 módulos de 23 cm x 34.5 cm
Políptico: 8 módulos de 23 cm x 34.5 cm